Doy gracias a quien apagó la luz.
A la mano indecisa que,
un buen día,
decidió dejarlo todo a oscuras.
Ofrecerle a la mente
el privilegio del desuso,
de la más absoluta de las nadas.
Unos versos al azar de mi poemario "Boca Seca".
Gracias a la noche que todo lo borra por unas horas, hasta la angustia.
1 comentarios:
Como siempre, un placer perderse en tus palabras... Besos querida amiga!
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