| La ciudad de las palabras. Mentiras políticas, verdades literarias | | |
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Autor: | | ISBN: | 9788498677805 | | Formato: | Normal | Editorial: | | Número de Páginas: | 192 | Lengua: | Castellano | Encuadernación: | Tapa Blanda | Año de Edición: | septiembre 2010 | Medidas: | 160mm x 230mm | | | |
Ayer, sábado 30 de octubre, hojeando como cada semana los suplementos literarios de los periódicos, tuve el placer de regalarme con este artículo: "Utilidad de la ficción" de Carlos García Gual publicado en Babelia (suplemento de El País). Quiero compartirlo con vosotros porque me parece una pieza de relojería: exacta, precisa y bien ajustada. Suscribo sus segundos, sus minutos y sus horas y querría manifestar que me sentí identificada al leerlo.
Este es el asunto central del último capítulo de Manguel: la comercialización de la literatura, que se hace trivial y banal para el consumo de una sociedad masiva y mediática."Las cadenas de librerías venden el espacio de sus escaparates y mesas al mejor postor, de forma que lo que ve el público es aquello que la editorial paga para que se vea. En consecuencia, pilas de libros anunciados como best sellers ocupan la mayor parte del espacio físico de la librería y todos ellos, como las salchichas, llevan una fecha de caducidad implícita que garantiza una producción constante". Novelas superficiales inundan el mercado, gozan de amplia publicidad bien pagada, y con lenguaje facilón e intriga trepidante ofrecen saciar las ansias lectoras de un público espeso, vasto, apresurado y unánime. La publicidad es engañosa; la crítica a menudo negligente.
2 comentarios:
Desde lugo Queta yo también lo comparto. Parece que la pseudoliteratura actual es endogámica; los mismos de siempre sin dejar entrar a nuevos con mucho más talento, apoltronados y acaparándolo todo. Y de la calidad... ya ni hablamos.
Juan F.
Entre Pilares, pseudonovela histórica, códigos secretos, autoayudas,... banalidades varias...las pobrecitas editoriales no pueden invertir en nuevos valores poco conocidos ya que eso de arriesgar... eso sí compremos todos como tontos libros electrónicos para que se sigan forrando y destrozando un poco más la Literartura creativa.
Montse
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