¡Hola! ¿Qué tal estáis todos? Llevo algunos días sin comunicarme y es que me encuentro embebida en la tarea de acabar mi última novela. No sé si ha sido a causa del paro forzoso del verano, pero la narración ha corrido como la pólvora. La inicié en mayo y estoy a punto de culminar. En estos últimos días la necesidad de pujar y concluir, de una vez, es fuerte. El desenlace está escrito en mi cabeza desde el principio y debo contenerme para no correr veloz hacia él. Cuando coloque el punto final os aviso. Vendrá entonces la tarea que más me entusiasma: la de pulir y mimar la obra. Después, lo más difícil: luchar porque vea la luz.
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