Otra pequeña muerte

lunes, 1 de septiembre de 2008

¿Os habéis preguntado a dónde va la playa cuando la abandonamos? ¿Qué se hace de la arena cuando dejamos de pisarla? Me gusta imaginar que los granos se alejan aspirados por el viento y que el mar se retira aguardándome, esperando a que vuelva, a que otro verano camine sobre sus aguas.

¡Qué melodramática me pongo! Pero es que, como ya habréis notado, se acaban las vacaciones, los días largos que se estiran sin propósito ni meta, el tiempo de olvidarse un poco de lo que somos o de lo que querríamos ser. Siempre pienso que el regreso es como una pequeña muerte, un punto y final a un tiempo que no recuperaremos, que no volverá. Se fueron aquel viaje largamente acariciado, las noches de insomnio, los eclipses de luna... Claro que para el que esté harto del calor o de currar como un burro, septiembre llega liberador, cálido pero sin pasarse y despejado. Para éstos, para los que comienzan ahora el asueto poniéndonos los dientes largos, va mi pregunta: ¿A dónde se va la playa, cuando yo no estoy?

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Describes perfectamente los sentimientos que muchos tenemos al empezar de nuevo. Me he sentido totalmente identificado.

Oscar